• Mediación de resolución de conflictos: una ayuda encaminada a buscar soluciones cuando la dificultad o el conflicto ya ha surgido.

Una pareja que discute frecuentemente o que no habla, con tensiones en su relación, con desacuerdos importantes que si no se resuelven pueden desembocar en algo más grave o llevar incluso a una ruptura.

En este caso en el Instituto Coincidir proponemos acudir a la mediación familiar como proceso de resolución de conflictos en el ámbito familiar, con el objetivo de  solucionar las dificultades y fortalecer y mejorar el matrimonio o la relación paterno-filial.

¿Quién es el mediador familiar?

El mediador familiar es un tercero neutral que no impone una solución sino que, con las técnicas oportunas, ayuda a cada pareja o familia a encontrar la solución que más conviene para su situación concreta.

¿En qué consiste la mediación o coaching familiar?

El trabajo de mediación combina sesiones conjuntas con sesiones individuales en las que cada una de las partes expone lo que viven con dificultad en su relación, lo que necesitarían, lo que querrían cambiar…Esto permite que cada uno exprese sus razones y escuche las de la otra parte, sin “cortar” la explicación ante las reacciones del otro, porque se lo está contando también al mediador y ayuda a centrar los problemas reales – ¿qué es lo que les está pasando? – y a fijar objetivos -¿quiere cada uno buscar soluciones?- en un proceso en el que el mediador les irá ayudando a encontrar el modo de acercar posiciones y, si es necesario, a solicitar la ayuda de otro/s especialistas que tal vez de entrada una o ambas partes no querían admitir (p.ej. una atención psicológica o psiquiátrica).

Ventajas de la mediación o coaching familiar:

Nos sigue costando mucho solicitar ayuda clínica, psicológica o psiquiátrica; al trabajar con un mediador los aspectos personales que necesitamos mejorar es posible que lleguemos a la conclusión de que necesitamos una ayuda especializada –por aspectos de personalidad, por alguna dificultad o trastorno específico…- y en mi experiencia es más fácil admitir la necesidad de esa ayuda cuando es la persona la que llega a la conclusión de que la necesita, desde una ayuda previa no clínica.

Por esta razón, es conveniente que los equipos de orientación y mediación familiar cuenten con la colaboración de otros profesionales que intervengan en el proceso de ayuda cuando sea necesario. No son en modo alguno ayudas excluyentes, son complementarias.