En los últimos meses, tres personas que conocía se quitaron la vida. El suicidio es una realidad de la que no hablamos, porque no sabemos cómo abordarlo. Cuando te lo anuncian, te avisan de que ha sido una muerte violenta para que seas delicado y tengas cuidado con la familia del fallecido. Pero ¿cómo acertar ante una muerte así, para que nadie se sienta juzgado sino querido, acompañado y consolado?

Hay que agradecer a Javier Díaz Vega su valentía al escribir este libro, que aporta valiosas explicaciones para entender lo que viven las personas que han padecido un suicidio en su entorno, y así poder responder a lo que necesitan.

Javier parte de su experiencia, relatando su historia familiar y el suicidio de su madre. Expone sus sentimientos, lo que le ayudó a vivirlo (su novia, sus amigos, algunas lecturas, la psicóloga del anatómico forense…), lo que le costó, las fases del duelo (distintas a otros duelos). Añade también su testimonio de cómo lo vivió desde la fe: un momento de prueba, de sufrimiento y esperanza porque la fe no hace desaparecer el dolor, pero ayuda a darle un sentido. El recuerdo inmediato del  mensaje de la Iglesia que anuncia la misericordia de Dios, para despejar cualquier duda, a través de su Obispo y una amiga consagrada.

Me han parecido especialmente interesantes sus comentarios sobre las reacciones posibles, las explicaciones sobre el recorrido del duelo ante una muerte por suicidio y las pistas que ofrece para acompañar a los supervivientes, que nos ayudarán a acertar si nos encontramos ante una situación así. Acompañar, no juzgar, ayudar a que se pueda hablar de lo que se está viviendo (rebelión, resignación, aceptación), no negar los sentimientos de cada una de las fases del duelo, aportar lo que dice la Iglesia: no juzgar sino remitirse a la misericordia de Dios que es el único que conoce de verdad el corazón de cada persona.

El libro incluye un repaso a las causas y factores de riesgo del suicidio, alerta de algunas miradas erróneas (por ejemplo, “el que lo dice no lo hace”) y aporta recursos de ayuda de diversos organismos.

Incluye también los testimonios de varias personas que han intentado alguna vez quitarse la vida o han vivido en primera persona el suicidio de alguien cercano. Conocer lo que han vivido impresiona mucho y, a la vez, aporta luz para acercarse a una realidad muy dolorosa que no podemos dejar de lado por no saber cómo abordar.

Un libro valiente, realista y esperanzado.

 

Entre el puente y el río. Una mirada de misericordia ante el suicidio

De Javier Díaz Vega. Editorial Nueva Eva